jueves, 20 de octubre de 2011

La indecencia cotiza al alza



El presidente de la CEOE, Juan Rosell, en la presentación de las propuestas de los empresarios para superar la crisis, se ha despachado con un axioma que por más que repetido sigue siendo falso. Este axioma es “cuanto más fácil sea la salida, más fácil será la entrada y la creación de empleo”.

Propone al próximo Gobierno una reducción del despido improcedente a 20 días (de los que 8 los abonaría el Fogasa o sea todos los currelas) y el procedente "a 12 días o nada”. Esta proposición ya fue aceptada por el actual Gobierno del PSOE al aceptar la reducción del despido y permitir una parte del pago a cargo del FOGASA. Los argumentos que llevaron a los sindicatos a la Huelga General del 29 de septiembre siguen siendo válidos: el problema no es de mercado laboral sino de la estructura productiva.

Sorprende que ciertos medios de carácter “progresistas” se escandalicen de esta nueva vuelta de tuerca. Pero es lógica está propuesta: “si el anterior Gobierno nos abrió la puerta hasta la mitad porque no pedir a “nuestro gobierno” que la abra del todo”.

El desempleo en España es un problema estructural, ni en los mejores años de la expansión económica éramos capaces de igualarnos a nuestros socios europeos. Hemos seguido anclados en un desarrollo basado en el uso de mano de obra intensiva: turismo, construcción, etc. Pero también en un modelo empresarial cortoplacista, que busca el beneficio inmediato sin grandes preocupaciones en la formación de sus plantillas ni en el I+D+I. De este modelo tampoco han escapado las administraciones públicas que han soportado tasas de temporalidad similares al ámbito privado.

Lo que hay que “agradecer” a la CEOE es que nos vaya presentado el programa económico de PP. Entre ocultar el ideario o plantear los recortes antes de las elecciones como hizo Cameron en el Reino Unido, Mariano Rajoy ha elegido el camino del medio: que sean otros los que anuncien las medidas de forma maximalista para luego yo poder modular el discurso.

En este escenario entiendo la iniciativa empresarial que surge desde Madrid de implantar copago en la utilización de servicios públicos (en educación y sanidad fundamentalmente) para reducir los gastos de la administración. Este parece ser que es debate que se nos platea: elegir entre la privatización o el copago.  Por eso es fundamental desbaratar este discurso y defender lo público como garante de solidaridad y de calidad en la gestión. No vale quedarnos con la cantinela de la ineficiencia de lo público y el ataque a los empleados públicos como una casta de élite, ejemplos tenemos miles de mala praxis en el sector privado que nos han costado miles de millones a los españoles y pocos se planean acabar con este sector. Al sector público hay que exigirle, porque es de todos, buena gestión pero ¿es que no la hace? Hablan de déficit frente a la eficiencia de lo privado. El sector publico ofrece calidad y solidaridad ¿Alguien conoce algún colegio privado en pequeños pueblos navarros, y algún hospital privado? ¿Alguien piensa que alguna empresa privada va a licitar por llevar el correo a Arive?

Y terminan con la propuesta, ya planteada en las comunidades autónomas del PP para el sector público, de disminuir la representación sindical en las empresas “para reactivar la economía”. Solo hace falta mirar un poco más allá de sus ombligos para ver que en los países donde mayor presencia sindical y mayor cooperación entre trabajadores y empresa existe (Francia, Alemania, Suecia, etc.) mejores ratios económicos se tienen. En un país como el nuestro donde el fraude fiscal y laboral están a la orden del día, donde la Inspección Laboral es insuficiente y la lucha contra el fraude fiscal es escasa, dejar a miles de trabajadores sin interlocutores con protección legal incide en el camino que nos ha traído hasta aquí: más desregulación.

Frente a esto solo nos queda poner pie contra pared y pelear por lo nuestro. No queda otra.

Nota: una vez finalizado el artículo hemos conocido el anuncio del fin de ETA. Memoria y reconciliación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario