jueves, 26 de mayo de 2011

Algo se mueve en la Izquierda Navarra

Una vez finalizada las elecciones municipales y al Parlamento de Navarra, recupero este texto que escribí en noviembre de 2010. Lo recupero ya que creo que el análisis que en él sugiero continúa vigente. El resultado es claro: el espacio de la izquierda social ha visto perder votantes. Por un lado, han aumentando los abstencionistas y el voto en blanco y, por otro, han surgido partidos nuevos como Ecolo o Iniciativa por Navarra que se sitúan en este mismo espacio.
            La experiencia de apertura que ha supuesto Izquierda-Ezkerra, con la suma de IU, Batzarre, Plataforma por el cambio y Verdes-Grupo Verde, se debe continuar, mantener y extender en una Navarra tan necesitada de estas ideas.
Algo se mueve en la Izquierda Navarra
Desde hacía tiempo las personas que nos situamos en el ámbito de la izquierda transformadora  no recibíamos una buena noticia como la que supone el acuerdo entre IU y Batzarre para la construcción de un proyecto político que debería ir más allá de las elecciones municipales y autonómicas del 2011.
Es evidente que algo se está movimiento en este espacio político, no sólo en nuestra comunidad. Muchos somos conscientes de la necesidad de la creación de un “espacio” que desde el mestizaje, la confluencia y la creación de redes sociales, dé respuesta política a todos aquellos que nos consideramos de izquierda y progresistas. Los herederos de la socialdemocracia europea que representaban los partidos nórdicos de los años 80, los socialistas, los ecologistas de izquierdas, las candidaturas municipales de izquierda, los cristianos de base, los colectivos sociales que apuestan por la transformación social, los que se sienten comunistas, el feminismo, etc. debemos confluir para construir en Navarra ese cuarto espacio político que reclame su lugar entre la derecha (UPN-PP), Centroizquierda (PSN) y el nacionalismo (que representa Nabai). Un espacio que pueda con el tiempo ganarse la confianza de la mayoría social, una mayoría social desencantada de la política y que actúe en aspectos que les son importantes, como la vivienda, el empleo, la sanidad, la educación…
Desde IU debemos ser generosos en el esfuerzo y en nuestra apertura. Nunca sirve, y menos ahora, mirar al otro como al contrario, debemos verlo como el complementario. Los dogmas de fe en política no existen, nadie tiene todas las repuestas para todas las preguntas.
La confección del manifiesto político con Batzarre va en esa dirección, fijando principios políticos claros  que permiten dibujar sin lugar a equívocos nuestro compromiso con la izquierda que aspira a transformar la sociedad. Pero a su vez se perfila un amplio recorrido que permite la implicación de todos esos colectivos que aspiran “a otra Navarra es posible” y desde lo local trabajan para que “otro Mundo sea posible”.
La defensa de lo público, la apuesta por lo colectivo, por una salida social a la crisis, la justicia social, una apuesta por la convivencia social y cultural en nuestra tierra, por un desarrollo sostenible ecológicamente, la creación de un sistema fiscal más justo… deben servir para poner en marcha este proceso.
Debemos de ser valientes, comprometernos y mojarnos, si no lideramos este proceso otros lo harán por nosotros. Lo debemos hacer ya. Trasladar este modelo y esta propuesta a toda nuestra militancia y aquellos colectivos son los que históricamente hemos creado complicidades (sindicatos de clases, movimientos ecologistas, ONGs, Apymas, asociaciones de vecinos) no es una posibilidad,  es un exigencia. Debemos crear una red social amplia y flexible que nos permita llegar a todas esas personas que se sienten progresistas, para escucharlas y trasladar sus ideas.
Si queremos que el mundo cambie debemos empezar por nosotros mismos, debemos ser nosotros los que debemos el paso, debemos ser inteligentes; nuestro mensaje debe ser realmente comprensible para la ciudadanía, debemos trabajar nuestro discurso para que la ciudadanía entienda que la izquierda política es una herramienta que realmente sirve para mejorar la vida individual y, especialmente, la colectiva de la mayoría de la sociedad navarra.

Ahora toca seguir trabajando y acertar.

Iñaki Fernández de Aránguiz.
Pamplona-Iruña a 24 de noviembre de 2010
Actualizado a 9-diciembre- 2010

viernes, 13 de mayo de 2011

Sobre los sondeos, las encuestas y la ilusión.



        

         Este próximo fin de semana nos encontraremos con las últimas encuestas electorales antes de la votación del 22 de mayo que decidirán sobre la futura composición del Parlamento de Navarra y por extensión la configuración del Gobierno de Navarra.
         Más allá de los análisis sobre los resultados concretos de cada partido o coalición, que todos haremos, me interesa más centrarme en el efecto que los resultados de estos sondeos tienen sobre los electores. Yo soy de la teoría que tienen una influencia relativa (por eso se realizan), pero a fin de cuentas influencia.
         Por un lado, no podemos obviar que es natural la apuesta a caballo ganador y por otro lado existe una búsqueda de la “utilidad” del voto.
         Parto del hecho de que el dato que van a dar a la coalición con la que me presento van a ser positivos, el adverbio de grado me lo reservo, y también de la certeza de que no van a ser iguales en todos los sondeos, cosas de la ciencia sociológica. Pero también estoy convencido que más allá de las tendencias estos datos no son el resultado definitivo.
         Si los sondeos nos sonríen; ilusión y trabajo. Y si no son tan positivos; la misma ilusión pero más trabajo.
         Desde el domingo, día probable de su publicación, hasta el viernes 20 de mayo a las 24,00 horas de fin de campaña quedarán 5 días por delante para seguir socializando el discurso y tejiendo complicidades.
         Y por fin el domingo 22 de mayo a las 20,00 horas fin de esta fase del trabajo y a vivir la noche electoral. El resultado, sea el que sea, el que la ciudadanía ha decidido y el que debemos asumir sin buscar excusas.
         Del trabajo a partir del 23…ya hablaremos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Regreso al Talión.

         Esta semana la palabra y la acción de la Justicia, con mayúsculas, está en plena actualidad. En el día de hoy conoceremos el fallo del Tribunal Constitucional sobre Bildu. Desde mi deseo que puedan concurrir a estas elecciones, señalar un par de aspectos. La anormalidad democrática que supone la propia existencia de ETA y el desgaste político y social, que sea cual sea su sentencia, van a sufrir tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Supremo. Como de esto mañana tendremos oportunidad de comentar; aquí lo dejo para centrarme en la otra arista del concepto de Justicia que está presente en el debate: la venganza.
         En la muerte, asesinato o ejecución extrajudicial, elijan el término que deseen, de Bin Lande subyace el de deseo de la venganza. Deseo que se puede entender como natural, pero no justificable, si se produce de forma individual, más peligroso si se produce de forma colectiva pero inexplicable si guía la labor de un Gobierno.
         En la Historia de las Civilizaciones se ha pasado del concepto del “ojo por ojo” al concepto de Justicia reparadora. La ciudadanía hemos trasladado al Estado (leyes, policía y jueces) esta responsabilidad confiando que prevalezca del derecho. Sabemos que esta acción no siempre satisface al demandante, especialmente en los casos más grave, pero nos permite la coexistencia colectiva.
         En el caso de la última actuación de los Estados Unidos sorprende casi más la justificación que el propio desarrollo de la acción.
         Se da institucionalmente como válido la utilización de la tortura como instrumento de obtención de la información y se permite la ejecución extrajudicial del sospechoso sin derecho a juicio previo.
         No me cabe ninguna duda que el mundo esta mejor sin ese asesino, pero esto no justifica su asesinato. Experiencias como esta ya la hemos conocido a lo largo de nuestra historia más reciente y conociendo sus resultados, está claro que el fin no justifica estos medios.