miércoles, 23 de enero de 2013

NUEVOS CONCEPTOS, VIEJOS PRINCIPIOS



El otro día me llegaba, a través de la Red, una información sobre un potente Fondo de Inversión noruego que había aprobado realizar exclusivamente Inversión Socialmente Responsable. Eso se resumía en poner sus activos sólo en empresas que siguieran principios de Criterios ASG (medioambientales, sociales y de buen gobierno).

Estos conceptos eran similares a los que un banco ético anuncia en su página web a la hora de fijar dónde van los fondos de sus clientes, fijando criterios que utilicen al dinero como un instrumento para plantear alternativas y no como mero objeto de especulación.

He repasado otros términos que se están utilizando cada vez más, y no son sólo enunciados, que inciden en esa línea de pensamiento: economía con tope de recursos, economía del bien común o responsabilidad social empresarial. A éstos se le pueden sumar dos conceptos como son la teoría del decrecimiento o la austeridad confortable.

En ellos se apela a nuestra función de consumidores. Por un lado evitando el consumismo desaforado (imposible de mantener económica y medioambientalmente) y por otro seleccionado qué producto compramos. En el caso que señalaba al principio, dónde colocamos nuestros dineros.

Pero sobre todo ello subyace el concepto del bien común. El mirar más allá del yo para situarnos en lo colectivo, en lo común. Asumiendo responsabilidades personales que favorezcan lo público, lo que es de todos. Ejerciendo una ciudadanía activa y concienciada.

Termino con una cita, un poco larga, de Joan Subirats: “Entendemos que esta nueva concepción de lo público como lo común, es decir, lo que es asunto de todo, está vinculada a una idea dinámica de ciudadanía. Una concepción de la ciudadanía articulada desde los valores de la igual dad de oportunidades y de condiciones de partida; y desde los valores de la solidaridad, la democracia y la autonomía personal. Una ciudadanía que solamente puede crecer y consolidarse mediante su propio ejercicio. Una ciudanía que debe dejar ser un simple receptáculo o contenedor de derechos reconocidos, para convertirse en un ejercicio permanente de corresponsabilidad y solidaridad social sobre los problemas comunes.”

2 comentarios:

  1. Muy atinado el relato.Ahora hay que socializarlo y trabas alianzas y complicidades para poder tener influencia. Como Castells dice todo cambio necesita espacio de comunicación, de reunión y de influencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sobre todo espacio de comunicación. Ahora que lo político, la defensa de lo público está por los suelos necesitamos revindicar la CIUDADANÏA.

      Eliminar